DACTILOLOGÍA
La dactilología es un mecanismo de comunicación que consiste en hacer el alfabeto con signos manuales. Cada signo tiene una forma manual concreta, siendo este un sistema de comunicación en el cual letra y signo manual se relacionan biunívocamente, es decir, a cada letra le corresponde un signo concreto y a cada signo le corresponde una letra concreta, por lo que decimos que la dactilología no necesita articular palabras para comunicarse, además que puede resultar muy difícil.
Hablando históricamente, la dactilología
es el sistema más antiguo con los que los sordos podrían comunicarse allá por
el s.XVI. Este sistema de comunicación tiene su origen en España y, tras años
de desarrollo, la dactilología ha llegado hasta nuestros días y se usa en todo
el mundo.
Podemos decir que la dactilología es un
sistema manual distinto de la Lengua de Signos y su uso solo estaría
justificado desde la perspectiva oralista ya que consiste en deletrear con la
mano en el aire el abecedario para establecer comunicación con la comunidad
sorda.
La dactilología, teóricamente, ha de ser
útil en el establecimiento de la consciencia fonológica a nivel de segmentación
fonemica, máxime en lenguas de ortografía transparente.
El uso más general que se le ha dado a la
dactilología ha sido el de soporte para descifrar, transmitir o aclarar
palabras ambiguas.
La lectura labio facial es una técnica para la adquisición
del conocimiento mediante la vista cuando por distintas razones no se puede
recibir ni analizar el mensaje oral mediante el oído. Aunque suele ser
utilizado por personas que tienen un déficit auditivo, también recurrimos a
éste los que no contamos con ningún problema de audición, para mejorar y
facilitar la comprensión del mensaje oral.
Se ha definido a la LLF como el arte de leer en los labios,
éste se trata de un proceso cognitivo que se manifiesta casi desde el
nacimiento.
Este sistema adopta un papel importante en cuatro
situaciones concretas:
-Habla normal.
-Cuando la relación señal-ruido es desfavorable.
-Cuando se alteran los parámetros del habla (ritmo, pausa,
entonación, tiempo) como ocurre con hablantes extranjeros, acentos regionales,
sordera, etc.
-Cuando el contenido es cognitivamente complejo. En estos
casos, también en situación de habla normal tiene importancia la aportación
visual a la percepción del habla.
El dominio del lenguaje oral facilita y mejora la LLF, pero
la LLF por sí sola no mejora el desarrollo lingüístico. Sólo se puede ver en
los labios lo que de antemano se conoce. La LLF siempre es parcial y ambigua,
por eso en la tarea de descubrir visualmente el mensaje siempre semioculto,
juegan un papel decisivo las inferencias, las deducciones y la suplencia
mental, pero la calidad y eficacia de estos procesos dependen del desarrollo
cognitivo-lingüístico del sujeto.
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